Taller de acompañamiento a las familias en duelo 

El Papa Francisco (2016) nos dice “El duelo por los difuntos puede llevar bastante tiempo. Todo el proceso está surcado por preguntas, sobre las causas de la muerte, sobre lo que se podría haber hecho, sobre lo que vive una persona en el momento previo a la muerte. Con un camino sincero y paciente de oración y de liberación interior, vuelve la paz. En algún momento del duelo hay que ayudar a descubrir que quienes hemos perdido un ser querido todavía tenemos una misión que cumplir, y que no nos hace bien querer prolongar el sufrimiento, como si eso fuera un homenaje. La persona amada no necesita nuestro sufrimiento ni le resulta halagador que arruinemos nuestras vidas. Tampoco es la mejor expresión de amor recordarla y nombrarla a cada rato, porque es estar pendientes de un pasado que ya no existe, en lugar de amar a ese ser real que ahora está en el más allá. Su presencia física ya no es posible, pero si la muerte es algo potente, «es fuerte el amor como la muerte» (Ct 8,6). El amor tiene una intuición que le permite escuchar sin sonidos y ver en lo invisible. Esto no es imaginar al ser querido tal como era, sino poder aceptarlo transformado, como es ahora" A.L 255.

También, el papa Francisco nos recuerda que la vida no termina con la muerte y nos habla de la importancia del encuentro con el Señor Resucitado "La Biblia habla de un Dios que nos creó por amor, y que nos ha hecho de tal manera que nuestra vida no termina con la muerte. San Pablo se refiere a un encuentro con Cristo inmediatamente después de la muerte: «Deseo partir para estar con Cristo» (Flp 1,23). Con él, después de la muerte nos espera «lo que Dios ha preparado para los que lo aman» (1 Co 2,9). A.L 256.

«Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortali­dad. Porque la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma». Porque «nuestros seres queridos no han desaparecido en la oscuridad de la nada: la esperanza nos asegura que ellos están en las manos buenas y fuertes de Dios»  A.L 256.

Se acerca la celebración de la Semana Mayor, en donde juntos en familia,  nos reuniremos para celebrar la pasión, muerte y resurrección del Señor, pidámosle que sea Él quien nos guíe en este camino de la vida, que sea el Señor Jesús nuestro compañero de camino, quién nos escuche, consuele, anime y que junto con la Santísima Virgen María nos den la fortaleza y nos ayuden a comprender y aceptar la partida de nuestros seres queridos, recordando siempre que quienes han partido a la presencia del Padre, se encuentran en las manos buenas y fuertes de Dios y es precisamente nuestra confianza en Dios y nuestra comunicación con Él por medio de la oración, lo que nos ayudará a comprender y afrontar este dolor.   

Te invitamos a participar en el taller de acompañamiento a las familias que afrontan la partida de un ser querido, el cual te ayudará a vivir este proceso de dolor y responderá a tus preguntas. Este taller se realiza todos los lunes a las 7:00 pm, a partir del  17  de abril, modalidad virtual, plataforma Zoom, está compuesto por 10 sesiones virtuales, totalmente gratis. 

¡Estamos contigo, queremos acompañarte a ti y a tu familia!

^{Realiza la inscripción: aquí}

¡Los esperamos!